El diseño de Kinky, realizado por Plasma Nodo, rompe por completo con la idea de una tienda para mascotas tradicional. El proyecto se planteó como una boutique de moda de lujo, creando un espacio donde los accesorios para mascotas se exhiben como si fueran joyas, en un ambiente sofisticado y con un toque dramático.
La estrategia principal fue usar el color negro como base para todo el local. Pintar las paredes, el techo y los estantes de este color crea un efecto de "caja negra" que primero, le da un aire de elegancia y exclusividad al espacio; y segundo, hace que la explosión de color de los productos resalte de una forma llamativa.
La iluminación es la gran protagonista del diseño. En el centro del techo, una instalación de lámparas colgantes en tonos dorados y negros se roba todas las miradas. Más que solo dar luz, esta pieza funciona como una escultura que le da una identidad única al local y crea un punto de atracción visual desde el pasillo del centro comercial.
El resultado es una experiencia de compra completamente diferente, que posiciona a la marca en un segmento de lujo y estilo. Plasma Nodo logró crear un universo propio para Kinky, un espacio memorable que comunica a la perfección su lema: "Mascotas con estilo".
Las paredes de la tienda están decoradas con grandes retratos de perros, tratados como si fueran fotografías de moda. Este detalle, similar a una galería de arte, refuerza la idea de que los productos de la tienda son para mascotas con una personalidad y un estilo únicos.
El sistema de exhibición es muy sencillo a propósito. Los estantes y ganchos negros son una base neutra que casi desaparece, permitiendo que los cientos de colores y texturas de los collares, correas y accesorios se conviertan en la decoración principal del espacio.
A pesar de ser un diseño muy moderno, se incluyeron detalles que le dan un toque de elegancia clásica. Las delgadas líneas doradas en las paredes simulan molduras antiguas y, junto al logo iluminado, le dan un acabado muy refinado al local.
La fachada funciona como el marco de un escenario. Al ser un gran portalón negro y abierto, genera un fuerte contraste con la luz del centro comercial e invita a los clientes a entrar a un mundo diferente, más oscuro, íntimo y exclusivo.